Esta semana hemos podido seguir horrorizados el camino que ha tomado el conflicto que se ha generado en torno a la publicación de caricaturas irónicas de Mahoma, por parte de un diario Danés. Embajadas quemadas (Incluso la Chilena en Siria, por estar cerca de la de Dinamarca), 6 personas muertas en las manifestaciones y cortes de relaciones entre países son algunas de las repercusiones que ha tenido el conflicto. Podemos hacer muchos análisis acerca de quien tiene la culpa. Podemos cargarlo a la arrogancia occidental o a la intolerancia islámica, pero nunca encontraremos responsabilidades aisladas. De lo que si nos habla es de la inmensa capacidad del hombre para generar conflictos étnicos, culturales o religiosos, de la intolerancia a la diversidad y de la deshumanización que generan estos conflictos. No somos capaces de mirar mas alla de la función que cumple el hombre en la sociedad, y lo medimos según esta. Tenemos la costumbre de categorizar al hombre en función de ciertos atributos generales, pero no le damos la suficiente plasticidad a estas categorías como para poder acercarnos al sujeto que las sostiene. Siendo así, no veremos mas que musulmanes, cristianos, judíos o hindúes.
Como no preguntarse que es lo que sucede detrás de las funciones, mas alla de las mascaras que se ocupan en la sociedad; y que es la amistad, si no es prescindir de estas. Esta semana, en que seguiremos recibiendo noticias acerca del conflicto en medio oriente, los invito a leer un libro que justamente nos habla de lo contrario, de dejar las caretas y las funciones que entorpecen el conocimiento profundamente humano entre las personas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario